Estimados/as compañeros/as:
El pasado jueves 20 de febrero tuvo lugar la sesión constituyente del nuevo Claustro de la UMA en el Paraninfo de El Ejido, donde SITUMA participó a través de su grupo claustral, que está compuesto por 13 claustrales PTGAS y 8 claustrales PDI.
Durante la constitución del Claustro, se eligieron los componentes de los diferentes órganos internos de nuestra Universidad, entrando a formar parte SITUMA de los siguientes:
- Mesa del Claustro y Junta de Portavoces.
- Consejo de Gobierno.
- Comisión Electoral.
- Comisión de Convivencia.
- Comité de Garantías de Código Ético.
- Patronato de la FGUMA.
Además, nuestro grupo claustral realizó la siguiente intervención durante el desarrollo de la sesión del claustro en los siguientes términos:
Buenos días,
Sr. Rector, Mesa del Claustro, resto de compañeras y compañeros claustrales:
Me dirijo a ustedes como integrante del grupo claustral SITUMA. Esta es la primera vez que intervengo en este foro y lo hago con el propósito de dar voz a un gran colectivo de la comunidad universitaria, como es el Personal Técnico, de Gestión y de Administración y Servicios, del que formo parte, así como al Personal Docente e Investigador que también forma parte de nuestro grupo claustral.
Por ello, inicio nuestra intervención felicitando a todos los que vamos a formar parte del máximo órgano de representación de nuestra Universidad, tras haber sido elegidos para representar a los distintos sectores de la comunidad universitaria.
Nos congratulamos de que su prioridad sean las personas, como decía en su programa electoral, porque en eso estamos totalmente de acuerdo, aunque las intenciones hay que llevarlas a la práctica. Y son las personas que conformamos la comunidad universitaria las que estamos sufriendo y vamos a sufrir las consecuencias del Plan de Ajuste firmado con la Junta de Andalucía.
Plan de Ajuste que hemos conocido cuando ya estaba firmado. Por ello, volvemos a remitirnos a la declaración de intenciones de su programa electoral, cuando apostaba por un diálogo real con los representantes de los trabajadores y señalaba que la participación mejora la calidad de las decisiones. Ahora ha tenido la oportunidad de ponerlo en práctica, y no lo ha hecho. Se ha firmado un Plan de Ajuste sin haberlo dado a conocer con carácter previo a su firma a la parte social de la Universidad.
Nuestra Universidad se va a ver inmersa en los problemas que acarrea una intervención económica por parte de la Junta de Andalucía, aceptada por la propia Universidad, no sabemos con qué grado de oposición a la misma. Una intervención que es consecuencia de la pésima gestión del anterior Rector y su Gerencia, fundamentalmente, y del fallo en cadena de todos los sistemas de control administrativo, académico y político, dentro y fuera de la UMA. Una intervención, que ha adoptado la forma de “RECORTE”, particularmente de personal, tanto PDI como PTGAS.
Unos RECORTES impuestos, que se nos quieren justificar como inevitables, pero que tiene unos beneficiarios y unos responsables, como diremos más adelante.
Los recortes ya los estamos sufriendo en diferentes partidas, algunas con bajadas de hasta el 50 % en 2024, es el caso de la Acción Social No Automática. Es cierto que para 2025 ha registrado una pequeña subida, aparentemente de 55.000 €, que no es tal, puesto que al mismo tiempo ha desaparecido de la acción social complementaria el “Programa de intercambio de alojamientos universitarios” (suspendido temporalmente, según se recoge en el nuevo Plan de Acción Social) con un coste de 30.000 €. En definitiva, se han recuperado sólo 25.000 € de los más de 200.000 € perdidos en relación con la acción social no automática de 2023.
Esto, además, se ha agravado con la imposición del pago por servicios que antes disfrutábamos sin coste, como el que prestaba el Servicio de Atención Psicológica, ahora denominado Unidad Docente Asistencial de Psicología, o la recientemente creada Unidad Docente Asistencial de Logopedia, cuyo servicio también tendremos que abonar, a pesar de que, en ambos casos, muchas de sus intervenciones se presten por problemas relacionados directamente con el trabajo que se desempeña en la Universidad, tanto por parte del PDI como del PTGAS, (problemas relacionados con la voz, el estrés, el acoso laboral, etc). Aquí también le debemos recordar que, entre los objetivos de su programa electoral, está fomentar la salud en la comunidad universitaria, especialmente la salud mental, y con las decisiones tomadas no se va favorecer dicho objetivo.
También está afectando la nefasta situación económica heredada a la negociación de la recuperación del premio por jubilación, cuyo Reglamento sigue estancado en unas propuestas de negociación inasumibles, especialmente, por parte del PTGAS funcionario, que es el colectivo que se vería más agraviado en relación con el resto del PTGAS laboral.
Pero lo peor está por venir, y son los recortes en las plantillas de PTGAS y de PDI, con tasas de reposición del 30% y el 15%, respectivamente. Porque para poder saldar las deudas con las empresas constructoras, se ha estado dispuesto a sacrificar al personal de la Universidad a cambio de un préstamo que nos va a salir demasiado caro, y no estamos hablando sólo en términos económicos.
Los recortes en personal, ya sean del PTGAS o del PDI, no son la solución, sino que van a agravar la situación por la que atravesamos. Van a ir en detrimento de la calidad del servicio que prestamos a la comunidad universitaria y a la ciudadanía, y beneficiarán la implantación de las universidades privadas.
La ausencia de políticas claras para la incorporación de investigadores de excelencia, la estabilización de profesores asociados y sustitutos con siete años de vinculación en la UMA, en incumplimiento de la LOSU, la congelación de la promoción de catedráticos, titulares y Profesorado permanente laboral, así como la incertidumbre sobre la situación de los ayudantes, contribuirá a la merma de calidad del servicio de enseñanza en nuestra universidad. Haga todo lo posible y necesario para que nuestro profesorado de calidad se quede en la Universidad de Málaga.
Nos preocupa también que, en este escenario de recortes de personal, se caiga en la tentación de recurrir a fórmulas, sufridas en la UMA, como la contratación de personal con cargo al capítulo VI o de personal becario para soslayar o compensar los recortes en las plantillas de capítulo I, atribuyéndoles funciones o tareas que son claramente competencia exclusiva del PDI o del PTGAS de la plantilla estructural.
Nos gustaría escuchar del Rector un compromiso claro y tranquilizador a este respecto. No queremos que se vuelvan a repetir situaciones que ya están casi superadas, a falta de algunos casos que Vd. se comprometió a resolver si ganaba las elecciones.
Porque no estamos hablando sólo de minorar las plantillas, sino de segar las expectativas de promoción del PDI y del PTGAS. Estos tiempos de incertidumbre y falta de expectativas en la carrera profesional, afectarán también al capital humano de nuestra institución, pudiendo debilitar su motivación y su compromiso colectivo.
Pero, ¿qué hubiera ocurrido si la UMA no hubiera necesitado ese préstamo para saldar deudas? Probablemente también habríamos tenido que empezar a ajustar nuestra plantilla y a cumplir con el techo de gasto en personal de capítulo I, tema que se disparó con la anterior Gerencia. Pero también es posible que la Junta de Andalucía no hubiera tenido una forma de presionar a nuestra Universidad tan efectiva, máxime teniendo en cuenta que la misma también está en la cadena de incompetencias e irresponsabilidades que nos han llevado a esta situación, pues si la Universidad de Málaga estaba superando reiteradamente la cota de personal, no se entiende que la Junta de Andalucía no hubiera puesto freno y control a la situación, y que la haya dejado deteriorarse año tras año hasta el punto en el que estamos hoy.
Por ello, Sr. Rector, no vamos a apoyar ningún recorte de plantilla y pedimos imaginación, creatividad y valentía para evitar o, cuando menos, minimizar al máximo cualquier posible recorte de personal de capítulo I. Nos parecen inaceptables las tasas de reposición, sean impuestas o acordadas en el Plan de Ajuste, cuyas consecuencias a corto y medio plazo, tanto en las personas como en el servicio público de enseñanza universitaria, son todavía difícilmente evaluables.
No se puede pedir comprensión y un esfuerzo a la plantilla y, menos aún, imponer recortes de personal sin haber exigido responsabilidades a quienes hayan sido los causantes de la lamentable situación a la que nos vemos avocados, ya sean responsabilidades políticas, de carácter administrativo o incluso judicial.
Con mayor motivo ahora, Sr. Rector, la comunidad universitaria debe conocer qué ha pasado para llegar a esta situación y qué grado de responsabilidad corresponde a cada una de las personas que han gestionado nuestra institución. Es necesaria una auditoría y que se informe de sus resultados para no volver a repetir errores. Esta crisis institucional también puede y debe representar una oportunidad para fortalecernos y mejorar.
Sr. Rector, podrá contar con SITUMA para reclamar una financiación adecuada, suficiente y justa para nuestra Universidad y para defender una Universidad pública de calidad frente al negocio de las universidades privadas, pero NO para que avalemos con nuestro apoyo unos recortes de personal que van a llevar a nuestra universidad a una pérdida de calidad y de prestigio que sólo va a beneficiar a las universidades privadas que se están poniendo en marcha en nuestra provincia y que estarán aplaudiendo a la Junta de Andalucía tanto por las facilidades dadas para su implantación como por las dificultades en las que se van a ver las universidades públicas, especialmente la nuestra, con la aplicación de unos recortes inaceptables.
Por el bien de nuestra institución, Sr. Rector, le deseamos clarividencia y acierto en sus decisiones. Su renovado Equipo de Dirección podrá contar con el apoyo y la lealtad institucional de SITUMA en defensa de una universidad pública de calidad como la que Málaga merece.
Y, POR ÚLTIMO, DESDE EL GRUPO CLAUSTRAL SITUMA, INSISTIMOS EN QUE LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA DEBE SER OÍDA Y TENIDA EN CUENTA EN LA TOMA DE DECISIONES, MÁXIME CUANDO SON DE TAN VITAL IMPORTANCIA PARA NUESTRA INSTITUCIÓN.
Sr. Rector, somos olas del mismo mar. Mucho ánimo, fuerza y suerte, que la vamos a necesitar.
Muchas gracias por su atención.